Un cop més us faig arribar una experiència personal d'una de les meves pacients:
“Empecé
a ir con Íngrid porque no me sentía bien con la vida que llevaba. No me sentía querída
por mis hijos ni por mi marido. En poco tiempo he aprendido a comunicarme más y
mejor y a vivir las cosas de otra manera. También me dedico más tiempo a mí
misma. Ha valido la pena, he ganado en calidad de vida.”
Dona, 55 anys.