dilluns, 23 de maig del 2016

Experiència personal


Hola a tots de nou,
Aquí teniu un nou escrit d'un dels meus pacients, on explica la seva experiència personal pel que fa al consum de drogues i tot el procés per aconseguir deixar-ho.
Sé que fer aquests escrits suposa un gran esforç, moltes gràcies a tots els que els feu, tant pel que significa per a vosaltres com per l'ajuda que pot suposar per a d'altres persones.
Me dijiste que escribiese algo, y ese algo me está costando mucho. No sé si porque quiero y sé que estas líneas serán leídas por las personas que más me importan o porque exactamente no sé qué escribir, no sé que esconder o no sé resaltar. Decirte que escribo estas líneas peleado entre las infinitas interrupciones de mi hija, entre leyes y normas de derecho civil y entre la búsqueda de esos pensamientos y sensaciones que llevo pensando desde que me pediste que escribiese algo. Tengo que escribir sobre cómo ha cambiado mi vida desde que he dejado de consumir, parece una tarea fácil, pero no lo es, son tantas cosas positivas que han cambiado que intentaré ordenarlas, algunas resumirlas y a otras darles la importancia suficiente.
Cuando llegué a la primera cita contigo, a mi psicóloga, estaba realmente hundido y creo que uno no es consciente ni siquiera de por qué va, de si realmente lo hace por uno mismo, es como que no sabes nadar, te estás ahogando pero no paras de mover pies y brazos. Ir al psicólogo especializado en adicciones, reconocer el problema delante de las personas que más quieres fue el primer paso,  Durante las sesiones hemos analizado el problema, de quien era, quien seguía siendo y sobretodo quien es lo que no quería seguir siendo. Era un adicto, lo seguí siendo y quería dejar de serlo,  esta afirmación es sencilla pero realmente no tan evidente. Luego hemos tenido muchas sesiones, todas me han ayudado mucho, como muestra decirte que soy un obseso de la puntualidad, del control del tiempo (no paro de mirar la hora) pero en tus sesiones jamás miré las agujas de ese reloj que tienes colgado en tu despacho.
Las primeras sesiones hablamos de mi adicción, de mi consumo, de mis mentiras. De cómo de joven uno empieza como un juego y continua de joven consumido por la adicción hasta que uno no sabe por qué lo hace pero no puede dejar de hacerlo. Al consumir estaba donde quería estar, olvidaba aquello que quería olvidar, era todo aquello que quería ser, tú me enseñaste que ni realmente quiero estar allí, que ni realmente hay que olvidarlo todo y que yo no quiero ser esta persona que realmente quería ser. Hablamos de esos duros momentos que quedarán en la memoria, son momentos duros, pero ahora no olvidarlos me ayuda.
Luego en base a todos esos momentos analizaste mis problemas, mis complejos, ese miedo a fallar, ese miedo  hacer las cosas mal, esa sensación de que nadie te quiere, esa sensación de que no vales que me ha perseguido hasta la extenuación, me has escuchado, solo eso ya me ha ayudado mucho, ese Diván quizás fue la primera gran solución a esta tremenda adicción. Yo tuve un diván en su momento, un amigo que me escuchaba, me ayudaba, me quería (o esa sensación tenia) pero su adicción era igual o mucho más grande que la mía. Hablamos de las personas que me importan y que me importaron, los que están y lo que dejaron de estar. De mi mujer, de mi hija y de mi madre, de mi padre y mis hermanas, de mis amigos, de mis compañeros. Hablar de todos ellos fue importante y a mí me ayudó mucho, pero el más importante fue mi padre, hablar de cómo fue mi vida con él, de cómo me hirió sin querer su forma de educarme y de amarme, de cómo lo perdí por culpa del cáncer y de cómo al cabo de unos años seguía y seguía echándole de menos.  Luego hablamos de mis hermanas, a las que jamás supieron ayudarme o incluso conocerme. De mi mujer, a la que en las primeras sesiones intenté imaginar que la podía cambiar, o que al cambiar yo ella lo haría también,. Pero al fin comprendí que uno no puede vivir ofuscado en cambiar a la gente, peleado en por qué son así, buscando culpables, si no en comprender que es así y punto. Yo me enamoré de ella por cómo era, y sigo enamorado de ella por como es, sigue siendo la misma.  Hablamos de mi madre, quizás ha sido la más criticada por mí, sé que no es justo. Hace una semana hablé con ella y por fin vi en sus ojos comprensión. Siempre me ha escuchado pero jamás me sentí tan escuchado como aquella vez. Hablamos de mis amistades, las del consumo y las del no.
Luego hablamos de que me estresaba, que me alteraba y porque me alteraba, en que situaciones estoy tan mal en que puedo recaer, hemos realizado ciertas prácticas y aunque a trompicones hemos ido trabajándolas. Digo a trompicones por que cuando no las tenía hechas, las había olvidado en casa, quizás le di mucha más importancia a hablar, a desahogarme que a hacer estas importantes prácticas.
Al fin!!! Hablemos de cómo estoy. Estoy tan feliz y motivado que me asusta decirlo por si acaso volviese a tropezar, creo que un tropiezo ahora acabaría conmigo definitivamente quizás porque creo que si hemos trabajado y llegado a grandes soluciones, si tropezase pensaría que no hay salida, ahora sí que la veo, la siento, la veo y estoy cruzando la puerta para salir.
Bueno ahora soy mucho más tranquilo, más sereno. Sí que me enfado y me pongo serio en ciertas situaciones pero creo sin alterarme, ahora me quiero mucho más a mí mismo y sé que hay gente que me quiere a mi (durante mucho tiempo pensé que nadie me quería, ni siquiera mi mujer. Ahora sé que no soy ningún inútil, que seré capaz de hacer lo que me proponga y de que aunque no sepa hacer algo no se me debe caer el mundo encima. Ahora sé que no soy ningún desgraciado, no tengo a veces ni un maldito euro pero tengo una familia que alucino. Hay ciertas situaciones casi invisibles que realmente han cambiado mi forma de ser, soy más ordenado, más limpio, ya no dejo las cosas para una última hora casi eterna, casi infinita.
Intenté recobrar dos aspectos que hacía, que disfrutaba cuando consumía (dos aspectos positivos, claro): los estudios y el deporte, antes los hacía pensando más en los resultados, los estudios ofuscado o temeroso de suspender creaban en mi un estado de tal de miedo que prefería no hacer ningún examen (estando realmente preparado) temeroso de hacerlo y suspender. El deporte era para mí una escapatoria, un momento de orgullo y de paz con mi padre, y quise creer que no me gustaba y estuve a punto de abandonarlo.  Ahora he vuelto a estudiar una carrera universitaria a la que estoy no solo siguiendo correctamente si no disfrutando de todo aquello que voy aprendiendo y orgulloso de mis pequeños e iníciales éxitos, ahora el deporte casi no lo práctico, no tengo mucho tiempo, pero da igual no me obsesiona, saldré cuando pueda y competiré cuando quiera, me gusta competir pero no me gusta esa obsesión por competir que tenía antes.
Finalmente decir que he escrito esto como hablando contigo porque creo que es lo que más me ha ayudado y cuando escribo esto quiero que parezca una charla contigo, las 3 cosas que más me han ayudado en el tema de la adicción: primero en los primeros días más delicados: el tener en casa el control de análisis de drogas, y la fuerza que da eso para decir mira si consumo lo van a saber, otro aspecto importante para mí fue el hablar de la relación con mi padre, fue la persona que más ame en la vida, a la que más odié en su momento y la persona que me hizo ser como soy, en lo peor (poco pero que construyo mi adicción sin querer) y en lo mejor, que hay mucho. Y la tercera cosa fue la conversación con mi madre de hace una semana. Y ya por fin, lo que me ayuda cada día es mi mujer y mi hija, que las amo tanto que creo que lo que debe ayudar a todo adicto es el saber que esa adicción puede aislarte de algo negativo que tengas en tu mente pero también puede aniquilar cualquier cosa positiva.
Home, 34 anys